El estado físico de Marc Márquez es una de las grandes preocupaciones en los últimos tiempos. El ilerdense lleva prácticamente tres años sin poder competir en plena forma. Esta temporada, la Honda no está ayudando y los problemas para manejar la moto han provocado numerosos accidentes. En Assen, el de Cervera no pudo cerrar la primera parte del calendario tras fracturarse una costilla.
Durante el mes y medio de vacaciones, Marc aprovechó para recuperarse de la lesión. Aunque no pudo llegar recuperado al 100% al GPde Gran Bretaña, tal y como reconoció tras la carrera del domingo. En Austria, la situación será algo diferente. El piloto continúa con su particular puesta a punto y cree que ha progresado. “He usado el tiempo entre carreras para seguir trabajando en mi forma física. Cada día es un poco mejor, así que veamos qué es posible”, afirma.
El español no espera ningún milagro y sabe que el gran premio será complicado. Aunque espera conseguir resultados que puedan servir de cara al futuro: “Sabemos que será otro fin de semana de trabajo duro para intentar mejorar y dar un paso más adelante”. Las previsiones indican que la lluvia podría aparecer, como ocurrió en Silverstone, y Marc está preparado. “El clima allí puede ser un poco mixto, por lo que tendremos que trabajar bien de manera constante para aprovecharlo al máximo”, comenta.
Mir se queda con lo positivo
Mir llega con ganas de revertir la situación, y sobre todo, mejorar lo conseguido en el gran premio anterior. “Llegamos al Red Bull Ring buscando mejorar lo que hicimos en la carrera anterior. El domingo no salió según lo planeado”, afirma. Aunque para Joan, no todo fueron malas sensaciones en Gran Bretaña y quiere confirmar los detalles positivos: “En general, con el fin de semana pudimos progresar y volver a sentirnos cómodos en la moto. Esta es la línea que debemos seguir y tratar de maximizar el tiempo en la pista”.
El Repsol Honda llega como el peor equipo en el Mundial de Constructores, con tan sólo 20 puntos en los primeros nueve grandes premios. Durante el parón por vacaciones, tanto Marc como Joan esperaban que la marca diera un paso adelante en cuanto a rendimiento. Como se pudo comprobar, el milagro no existió. Ninguno de los dos pudo finalizar el domingo. El mallorquín se fue al suelo tras un problema de bloqueo en su rueda trasera, demostrando que los problemas de estabilidad de la moto continúan. Austria será una nueva prueba.
