«Me gusta la playa de La Rana de Adra; puedo ir con mi perra Vaqui» – Ideal

Martes, 22 de agosto 2023, 23:07
Son las doce del mediodía y ondea la Bandera Azul en la playa Sirena Loca de Adra. El mar luce en calma, el cielo está parcialmente nuboso y familias enteras disfrutan de una mañana cualquiera de verano. Un grupo de niños se divierte coloreando a escasos metros de la orilla. Otros juegan al ajedrez o al parchís y algunos se preparan para ganar la partida en el juego de las sillas o del ‘balón matao’, como popularmente se le conoce en esta localidad costera de Almería, la más próxima a la provincia de Granada.
A cargo del grupo, está Claudia Vargas, una de las monitoras del programa Yo Leo que incentiva el Ayuntamiento de Adra y la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía. Entre junio y septiembre, vecinos y visitantes se concentran casi en exclusiva alrededor de las playas y de los paseos marítimos. Son comparables a las plazas de los pueblos de interior en las noches de estío, puntos de encuentro ineludibles.
Los veranos en Adra son tranquilos y familiares. La mañana pasa volando en este quiosco que se habilita para los más pequeños a pie de playa. Entre los visitantes de hoy, está Curro, un niño de seis años de edad. «Casi todos los días vengo a la playa, pero algunos me voy a dar saltos con mi BMX, que tiene las ruedas rojas», me señala. «Me voy a un circuito que hay en Málaga y en unos días me iré a un parque de saltos de Cazorla. Allí hay uno que das toda la vuelta», me asegura. «¿Y a qué edad empezaste a montar en bici?», me intereso. «A los 0 años», me indica. Aunque hoy se encuentra en Sirena Loca, si le dan a elegir, Curro se queda con la playa de La Rana: «Allí puedo ir con mi perra, que se llama Vaqui, que es como una vaca, es negra y blanca», especifica Curro, simpático e inocente a partes iguales.
a jugar al ajedrez y toma nota de otros niños mayores que acuden al Yo Leo.
A continuación, charlamos con Martín. A sus siete años de edad, le encantan los libros de ‘Sito Quesito’, montar en bicicleta y bajar a la playa para visitar el quiosco de Yo Leo. «Aquí es donde encuentro el ajedrez más grande», me explica. Martín me confiesa que aprende «del experto». El ‘experto’ es Daniel, un niño de Granada que pasa sus vacaciones en Adra. «Como el agua a veces está fría, me gusta mucho ir a mi cortijo, donde juego al fútbol y tengo una piscina muy grande», comenta. A Martín le encanta quedarse a dormir en casa de sus amigos y también le gusta cocinar: «Me invento recetas».
Triatlón y barbacoas
Alrededor de la misma mesa de juegos están Carmen y Eva. Son hermanas y tienen 12 y 9 años respectivamente. «En verano, vamos a la playa, estamos con amigos, aprovechamos para visitar otros sitios y nos visitan familiares», nos cuenta la mayor. «Vienen desde muy lejos», replica la pequeña. «¿Desde dónde?», pregunto. «Desde Inglaterra», me contestan. Hoy Carmen ha llegado temprano para entrenar en el club Triatlón Adra, que no cesa su actividad en verano. Eva participa en una escuela de música durante estos meses estivales. «Me gustaría tocar la batería», me indica con cierta seguridad. Ambas disfrutan de una jornada de playa con su abuelo y ya casi es la hora del almuerzo. Su plato preferido para combatir el calor, «los huevos con patatas».
Junto a ellas, están Sara y Daniel, hermanos también, de 11 y 8 años. A ambos les encanta practicar natación, ciclismo y atletismo «todo el año». «Entrenamos todos los días, por la mañana. Lo que más pereza da es madrugar, pero nos encanta ir a los campeonatos con el resto del club y hacer rutas en bicicleta por Guainos o por las Albuferas», me cuentan. Ahora pasan más tiempo con sus padres, que están de vacaciones, pero en unos días se irán a casa de sus abuelos. «Nos encanta estar allí porque nos dejan ver Youtube. De comida, nos gustan mucho los garbanzos, las lentejas y las tortillas de patatas del abuelo», señala Daniel, feliz, ajeno al mundanal ruido. No necesita más.
Para terminar, hablamos con Antonio. Sus abuelos viven en el barrio y es fiel a su cita cada día. La playa, las barbacoas y las visitas dan forma a sus veranos en Adra. «Vienen mis primos de Granada y de Baza y lo pasamos muy bien», asegura. A falta de un mes para que comience el cole, la opinión es casi unánime: «No queremos que empiece». «Yo sí», replica Daniel. «Para volver al recreo», aclara con total sinceridad.
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