“Con dos estrellas en el pecho todo se ve de otra forma” – Marca

Parece mentira que ya hayan pasado cuatro años desde que nos proclamamos Campeones del Mundo en China. Y, cosas del destino, España vuelve a llegar a la Copa del Mundo en el sudeste asiático en una posición parecida. Las apuestas y los analistas nos sitúan entre el sexto y el noveno, pese a ser los actuales campeones mundiales y europeos.
Recuerdo una charla que tuvimos todo el equipo junto a Scariolo en Ningbó, antes de empezar a competir, en la que nos enseñó gráficamente las opciones que nos daban los periodistas. Nadie nos colocaba en el top 5 y ningún jugador español aparecía entre los mejores del campeonato.
Los hechos fueron diferentes y ahora con dos estrellas en el pecho todo se ve de otra forma.
Nos espera un Mundial apasionante, pero por diferentes razones van a faltar figuras como Ricky, Antetokounmpo, Jokic, Sabonis y bastantes jugadores del combinado estadounidense.
España llega con la baja de última hora de Ricky Rubio, que ha decidido parar por motivos personales. Muy valiente por su parte sacar a la palestra la importancia de la salud mental, un tema que todavía no tenemos muy interiorizado y nos cuesta entender. Hay muchas más cosas de las que vemos y pensamos en la vida de un jugador y es por eso que no debemos juzgar sin conocimiento. Sea como sea, y cuando quiera, le estaremos esperando con los brazos abiertos.
De los compañeros con los que fuimos Campeones del Mundo estarán cinco: los hermanos Hernángomez, dispuestos a ser referentes de nuevo y dominar como lo hicieron en el último Europeo. Claver, que tras un pequeño parón (lesiones mediante) vuelve para ayudar con su experiencia y sobre todo su versatilidad defensiva y su trabajo en la sombra. Llull, del que todos sabemos que el balón no le va a quemar en ningún momento y quizás en algún partido tendrá que ejercer de base.Y, por último, el capitán Rudy Fernández, que si todo va bien se convertirá en el jugador español con más internacionalidades durante la disputa de su quinto Mundial. Y además, con la posibilidad de convertirse en el primer jugador en la historia que ganara tres Mundiales.
Esto ya arranca y el objetivo está claro, coronarse campeón el 10 de septiembre en Manila, pero no debemos olvidarnos de que hay siete plazas en juego para Paris 2024 y ese debe ser el primer objetivo (los dos mejores europeos van directos y evitan el pre-olímpico).
El trabajo previo está hecho y ahora queda lo que más nos gusta, COMPETIR.
¡A por ellos!